jueves, 25 de diciembre de 2008

SABER y PODER (Michel Foucault)

Se intenta explorar en el presente trabajo aspectos centrales de la postura de Michel Foucault respecto al análisis que realiza de la realidad para centrarlos luego en el concepto de "dispositivo", el cual nos permitiría dar cuenta del entramado de relaciones de poder y saberes móviles que se construyen y se reconstruyen en toda situación de enseñanza-aprendizaje.-
1. La concepción de la realidad: poder y saber
En Foucault encontramos dos significados para la palabra "sujeto”: uno, que lo descubre sometido a otro a través del control y la dependencia y el que lo percibe atado a su propia identidad por la conciencia o el conocimiento de sí mismo. Ambos significados sugieren una forma de "poder" que subyuga y somete.-
Uno de los mecanismos de sujeción y control que ramifica su incidencia en todas las relaciones que se manifiestan en la sociedad, es el SABER. La acción de este saber sujetante se instrumenta primariamente en el lenguaje que, a través de una serie de modificaciones epistemológicas, define en sí mismo la dualidad de lo bueno/malo, lo normal/anormal, lo sano/enfermo, produciendo "el curioso proyecto de enfermar para sanar" (Enciclopedia Universalista del Siglo XX) característico de esta sociedad disciplinada. Dualidad que singulariza el proceso de medir y registrar como "manera de sujetar los cuerpos, de enmarcar a las masas humanas y de manipular sus fuerzas". Es a través del saber que se establece y se legitima límites precisos e inamovibles de toda característica del devenir cotidiano por el hecho de poder construir "lo nombrado". Toda característica que rebase esos límites se convierte automáticamente en algo impropio, desajustado, desadaptado, desaprobado, sancionado.-
Según Foucault, históricamente, el poder tiene su origen no en lo jurídico ni siquiera en lo político sino en lo "social" pues es, en la interacción del uno con el otro, donde se entretejen acciones eventuales o actuales, presentes o futuras cuyos únicos requisitos son: que "el otro" se mantenga como "sujeto de acción" y que frente a la aplicación del poder, haya libertad de acción (precondición necesaria). Lo sustancial y lo constituyente de esa "relación" es la comunicación, ya que el poder se ejerce mediante ella, es decir a través de un conjunto de signos y símbolos que se internalizan como significado de esa interacción de sentido. Es precisamente esa lógica de sentido quien define los criterios estéticos y éticos de la existencia, infiltrándose cada vez más en los principios universales de naturaleza o de razón, ante los cuales "todos deben hacer reverencia de la misma manera, cualquiera sea su status" (M.Foucault "La microfísica del poder", Pág.144)
Otro aspecto planteado en su análisis, se vuelca a la concepción del "sí mismo" como "sujeto" a partir de la desviación de las enseñanzas socráticas, donde surge el "cuidado de sí" en la soberanía de la experiencia consigo mismo. Pero esta"...soberanía se amplía a una experiencia en la cual, la relación consigo mismo asume la forma, no solamente de una dominación sino de un gozo sin deseo y sin perturbación" (M.Foucault "Vigilar y castigar" pág165-166) Esa necesidad de "conocerse a sí mismo" deviene en términos modernos, en la necesidad de búsqueda y reconocimiento de lo científico (verdadero), dentro del cual ya está todo preestablecido de antemano, trocando el deseo de placer por el deseo de conocer.- Esa necesidad de conocerse, sobrepasará la hegemonía del instinto para transformar la "función del deseo" en la que el poder se expresa como prohibición, negación y formas legales". El instinto como "...un juego complejo entre el cuerpo y la ley; entre el cuerpo y los mecanismos culturales que aseguran el control sobre el pueblo". "... Si usted admite que la función del poder no es esencialmente prohibir sino producir, producir placer, en ese momento se puede comprender, al mismo tiempo cómo se puede obedecer al poder y encontrar en el hecho de la obediencia, placer" (M.Foucault, "Historia de la sexualidad")
Es precisamente mediante un sistema educativo totalizante, donde se inserta en el individuo la "norma" de que la obediencia al poder provoca satisfacción. De hecho, el poder no se ejerce en forma coercitiva y centralizada sino a través de mecanismos de prohibición y normatización que delimitan estrictamente lo bueno de lo malo (dimensión negativa) y a través de "formas de sujeción que operan localmente" (dimensión positiva) Cada una de ellas tiene su propia forma de dominación y modalidad de técnica y procedimiento, son heterogéneas y deben ser focalizadas en sus especificidades históricas. En consecuencia, la dimensión positiva del poder rebasa la intimidad del sujeto, para que éste siempre busque la satisfacción por medio de la sumisión.-
Foucault abandona así la antigua noción de que el poder se relaciona netamente con las normas jurídicas que lo legitiman o ilegitiman, centrando su estudio en las nociones de estrategias, mecanismos y relaciones de fuerza, como sus manifestaciones. Analizar el "poder" nos remite a cinco aspectos claves que pueden sintetizarse de la siguiente manera:
1) El sistema de diferenciaciones económicas, jurídicas, de status, culturales, etc. puesto que toda relación de poder implica diferenciaciones que surgen como condiciones y efectos al mismo tiempo.-

2) El tipo de objetivos que se busca.-
3) Las modalidades instrumentales que comprenderían desde el uso de la palabra hasta la amenaza y uso de la violencia.-
4) Las formas de institucionalización : los diferentes tipos de dispositivos que configuran el entramado de relaciones constitutivas y
5) Los grados de racionalización de esas relaciones que conllevan un amplio campo de posibilidades, en el cual se tiene en cuenta "la eficacia de los instrumentos" con miras al objetivo.-
2. El concepto de dispositivo en la enseñanza
Es a partir del concepto de "dispositivo" que ofrece Foucault lo que nos permite dar cuenta del entramado de relaciones de poder y saber que se van construyendo y reconstruyendo en toda "situación de enseñanza/aprendizaje", permitiendo comprender cómo esas relaciones no son externas sino constitutivas de los sujetos que las conforman. Como se destacó anteriormente, Foucault centra la definición de dispositivo en su capacidad "productora de sujeciones y sentidos" que se construyen y reconstruyen de manera permanente, inacabada, en un juego de orden-desorden.-
Para intentar comprender este concepto, es necesario posicionarnos de la manera de cómo lo utiliza para dar cuenta de la realidad en los diferentes momentos históricos. Más allá de sus resabios estructuralistas o de sus propias contradicciones que realiza para comprender lo social, el concepto de dispositivo que maneja Foucault reviste carácter de "herramienta". Es precisamente a través de este concepto, lo que nos induce a cuestionarnos a la hora de analizar las situaciones de enseñanza-aprendizaje en cuanto a la manera particular en que poder y saber se entrelazan y desanudan, generando prácticas, sujetos, espacios y tiempos.-
El concepto de "dispositivo" en Foucault como pretendimos sintetizarlo, nos remite a tres premisas básicas: a) la realidad es una construcción histórica. Lo "natural" no existe como tal, es una elaboración subjetiva y por lo tanto estereotipada de comprender un determinado aspecto de lo real; b) esta comprensión aparece como una permanente lucha contra lo evidente (el permanente cuestionamiento de constituirnos como sujetos) y c) esta construcción configura y determina una red de fuerzas que se influyen mutuamente, se entrelazan, se dispersan, se esconden, se muestran como expresión de lo social. Es la que "sujeta" al hombre en cuanto que, por un lado, lo constituye como sujeto y por otro, lo hace prisionero de una trama de significados (relaciones de saber) y de relaciones de influencia mutua (relaciones de poder). Poder y saber constituyen dos caras de una misma moneda.-
Foucault define el poder y el saber poniendo especial énfasis en su aspecto productor, en la posibilidad de construir objetos y sujetos, rompiendo con la concepción de conocimiento propio de la modernidad y al mismo tiempo, en la forma de entender el poder ("el poder, eso no existe"). No existe para Foucault, aquel individuo presocial, poseedor de un ámbito privado y auténtico, capaz de recuperar su autonomía y de expresar su naturaleza en contra de la autocracia del poder y las costumbres, ya que el sujeto se construye en la trama de poder. El poder consiste en realidad "...en unas relaciones, un haz más o menos organizado, más o menos piramidalizado, más o menos coordinado de relaciones".-
Por otra parte, define el "saber" como una manera histórica de ordenar al mundo, de poner en relación las palabras y las cosas (sentido/significado) por lo que no hay formas de saber independientes de las relaciones de poder. Las condiciones políticas y económicas de existencia, no son un obstáculo para el sujeto de conocimiento sino que son precisamente a través de las cuales se forman los sujetos de conocimiento. Por tanto, el discurso es sólo comprensible en el interjuego de poder-saber, por estar constituido a partir de un conjunto de prácticas y reglas que forman sistemáticamente los sujetos de que hablan.-
En tal sentido, el concepto de "dispositivo" constituiría para el pensamiento de Foucault, una poderosa herramienta no sólo, para explicar y analizar los diferentes aspectos de la realidad sino también, para redescubrirlo como articulador de las nociones de poder y saber: "poder" entendido, en síntesis, como un haz de relaciones más o menos organizado, más o menos piramidalizado y "saber" como una particular manera de poner en relación las palabras y las cosas.-
Este aspecto, nos lleva a su vez, a considerarlo fundamentalmente, como una herramienta estratégica que permitiría manipular las relaciones de fuerza a través de una intervención racional y concertada, ya sea para desarrollarlas, utilizarlas, bloquearlas o estabilizarlas como objetivo de cambio.-
En el "El discurso del Poder", Foucault señala tres aspectos que hacen a la definición de dispositivo: un primer aspecto, es el conjunto heterogéneo de elementos constitutivos que implican discursos, instituciones, disposiciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas. Lo dicho como lo no dicho son elementos del dispositivo, siendo éste la red particular que entreteje estos elementos. Un segundo aspecto, es la naturaleza del vínculo que puede existir entre los elementos que componen el dispositivo y un tercer aspecto, lo refiere a la función estratégica dominante requerida en un momento histórico determinado que particulariza su formación.- En tal sentido, prevalecería un objetivo estratégico para la constitución de un dispositivo como tal, perpetuándose en un doble proceso de sobredeterminación funcional y ocupación estratégica.-
La sobredeterminación funcional implicaría que cada efecto positivo o negativo, voluntario o involuntario, tiene resonancia o entra en contradicción con otros elementos del dispositivo, lo que llevaría a una reformulación o a un reajuste consecuente de la red establecida, mientras que, la ocupación estratégica refiere a los procesos de generación de fenómenos no buscados por el dispositivo y su reutilización a los fines estratégicos del mismo. Este doble proceso es constante, generando una reutilizazación inmediata de ese efecto involuntario o negativo a partir de una nueva estrategia que lo transforma y lo reformula como positivo.-

3. El abordaje analítico en la situación enseñanza-aprendizaje
Si todo dispositivo es en sí discursivo y no discursivo y sus elementos son de carácter esencialmente heterogéneo, al analizar los dispositivos sociales de una situación enseñanza-aprendizaje, deberíamos asumir un abordaje multirreferenciado que contemple los diversos ámbitos y niveles de integración de los elementos que la constituyen.-
En tal sentido, este análisis implicaría configurar la complejidad del interjuego entre capacidades, competencias, conocimientos, sujeto, docente/alumno, grupo, organización, institución, etc. para comprender, a nivel de lo social, los fenómenos de poder que están en juego y así conocer lo que tales dispositivos van favoreciendo, obstaculizando o reforzando de las trayectorias individuales y grupales. La comprensión de estos fenómenos de poder antes que su explicación, permitiría que los mismos alcanzaran la cualidad de ser "nombrados" en la singularidad de los efectos y causas y así romper con la neutralidad de lo técnico. Desentrañar los fenómenos de poder nos conduciría al mis-mo tiempo a desentrañar los fenómenos del saber.-
Por tal motivo, la construcción de dispositivos de enseñanza-aprendizaje implicaría, desentrañar la trama de poder-saber para reconstruirla en sus diferentes significados y así poder reformular en lo estratégico, los ámbitos de objetos y rituales de verdad que ese haz de relaciones produce.


Bibliografía
­Foucault, M. "Vigilar y castigar" Buenos Aires, Siglo XXI, 1976
­Foucault, M. "Las palabras y las cosas" Buenos Aires, Siglo XXI, 1976
­Foucault, M. "Microfísica del poder" - Madrid, 1979
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